En 1947 se fundo la Federación Internacional del Automóvil, conocida por las siglas "FIA". Con sede central en París, al final de la temporada de 1949 anunció que para 1950 unirían varios Grandes Premios nacionales para crear un Campeonato Mundial de Pilotos, por lo que en 1950 se celebró el primer campeonato de Fórmula 1.
El primer Gran Premio se realizó el 13 de mayo de 1950 en el circuito de Silverstone y fue ganado por el italiano Giuseppe Farina, consiguiendo además el campeonato de 1950 tras vencer a su compañero de equipo, el argentino Juan Manuel Fangio (ambos en la escudería Alfa Romeo). Sin embargo, Fangio ganó el título en 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957. Su racha fue interrumpida debido al bicampeonato del piloto de Ferrari Alberto Ascari. También en esta época se vieron pasar pilotos como el británico Stirling Moss que aunque pudo competir con regularidad, nunca fue capaz de ganar el Campeonato Mundial, y por ese motivo los ingleses lo consideran «el conductor más grande que nunca ganó un título mundial».
La década de 1960 fue un período de grandes transformaciones en la Fórmula 1, tanto a nivel técnico como en la forma de correr. Se consolidó el uso de autos con motor trasero, lo que revolucionó el diseño de los monoplazas. Surgieron nuevas potencias como Lotus y Brabham, mientras que Ferrari y BRM intentaban mantenerse competitivos. Fue una era en la que el talento del piloto marcaba la diferencia, en un ambiente donde la seguridad aún era precaria y los riesgos eran muy altos.
A lo largo de estos años, la F1 vio emerger a grandes leyendas como Jim Clark, Graham Hill, Jackie Stewart y Jack Brabham, quienes dejaron su huella en la historia del automovilismo. Fue una época marcada por la innovación, con la introducción del motor Ford-Cosworth y avances aerodinámicos, sentando las bases de la F1 moderna
EPOCA DE CRECIMIENTO Y RIVALIDADES
Desde mediados de los años 70, la Fórmula 1 entró en una etapa de profesionalización e innovación técnica. La aparición de estructuras más organizadas, junto con el desarrollo de tecnologías como la aerodinámica, los alerones y los compuestos de neumáticos, comenzó a transformar el deporte. Las carreras eran emocionantes, pero también peligrosas: los accidentes graves eran comunes, y la seguridad aún estaba lejos de ser prioridad. A pesar de eso, el espectáculo crecía, las audiencias aumentaban, y el glamour de la F1 se instalaba definitivamente en el imaginario popular.
La Fórmula 1 empezó a forjar duelos legendarios que marcaron generaciones. Uno de los más recordados fue entre James Hunt y Niki Lauda. Su rivalidad alcanzó su punto máximo en 1976, una temporada intensa que incluyó el dramático accidente de Lauda en Nürburgring y su increíble regreso solo seis semanas después. Estos enfrentamientos definieron el espíritu competitivo y extremo de la época.
En los 80, con la llegada de los motores turbo y el aumento de la tecnología, también crecieron las tensiones entre los pilotos. El enfrentamiento entre Nelson Piquet y Nigel Mansell, compañeros en Williams, fue especialmente tóxico, con acusaciones públicas, sabotajes psicológicos y una feroz lucha interna por el liderazgo del equipo. Otra rivalidad importante fue entre Prost y Piquet, quienes protagonizaron batallas estratégicas y técnicas que reflejaban un nivel de profesionalismo cada vez más alto en la F1.
Sin embargo, ninguna rivalidad fue tan icónica como la de Ayrton Senna y Alain Prost, que dominó la F1 a fines de los 80 y comienzos de los 90. Senna, agresivo y apasionado, contrastaba con Prost, calculador y frío. Sus duelos en McLaren, y más tarde en Ferrari y Williams, no solo dividieron a los fans, sino que llevaron al límite la competitividad dentro de la pista. Las colisiones entre ambos en Japón (1989 y 1990) son momentos históricos que aún generan debate. Esta etapa de intensas rivalidades terminó abruptamente con la trágica muerte del brasileño en 1994 durante el Gran Premio de San Marino, lo que marcó un antes y un después. A partir de ese momento, la Fórmula 1 cambió su enfoque hacia la seguridad, dando inicio a una nueva etapa en su historia.
SCHUMACHER Y ACTUALIDAD
A partir de 1995, la Fórmula 1 entró en una era de transición hacia una competencia más tecnológica, con equipos apostando fuerte por la innovación. Fue un tiempo dominado por pilotos como Michael Schumacher, quien comenzaba a forjar su leyenda. Después de ganar su primer título con Benetton en 1994, repitió en 1995, consolidándose como la nueva estrella del campeonato. Su estilo agresivo y su capacidad para sacar lo mejor del auto lo convirtieron rápidamente en un referente.
El cambio más importante llegó con su paso a Ferrari en 1996. Aunque el comienzo fue difícil, Schumacher y el equipo italiano construyeron una de las dinastías más exitosas del deporte.
Entre 2000 y 2004, Ferrari y Schumacher ganaron cinco títulos consecutivos, dominando con una combinación imbatible de estrategia, fiabilidad y talento. Con un total de siete campeonatos mundiales, Schumacher se convirtió en una leyenda viva de la F1 y el piloto más exitoso de su tiempo.
A mediados de los 2000, la competencia se volvió más variada. Fernando Alonso rompió la hegemonía de Schumacher al ganar en 2005 y 2006 con Renault. Luego vinieron años de alternancia, donde Kimi Räikkönen, Lewis Hamilton, Jenson Button y Sebastian Vettel se repartieron los títulos, con Vettel liderando una nueva era de dominio junto a Red Bull entre 2010 y 2013.
Esta etapa estuvo marcada por el regreso de los motores híbridos, los avances en aerodinámica y una F1 cada vez más compleja y controlada desde los boxes.
Desde 2014, comenzó la era de Mercedes, una de las más dominantes en la historia del deporte. Lewis Hamilton, que ya había ganado un campeonato en 2008 con McLaren, encontró en Mercedes el equipo perfecto para explotar su talento. Con seis títulos más entre 2014 y 2020, igualó el récord de Schumacher y se consolidó como uno de los mejores de todos los tiempos. Su estilo de conducción, su consistencia y su trabajo fuera de la pista lo convirtieron en un ícono moderno del automovilismo.
En los últimos años, la F1 ha entrado en una nueva etapa de renovación. El campeonato de 2021 fue uno de los más intensos de la historia reciente, con la feroz lucha entre Hamilton y Max Verstappen que llevaron la definicion hasta la ultima vuelta en Abu Dabi. Con los nuevos reglamentos técnicos desde 2022, la competencia volvió a cambiar, y pilotos como Verstappen se han convertido en protagonistas absolutos. Aun así, los legados de Schumacher y Hamilton siguen vigentes, como referentes de dos épocas doradas de la Fórmula 1.